jueves, 29 de marzo de 2012

SOY LA BARRIDA HEROICA DE ANTONINI



Entonces...¿Somos mejores que el Barca? Pues no... o al menos todavía no... Pero, ¿Necesitamos serlo? Pues es relativo. Puta pero ¿Hay que ganarles?... es que eso es lo jugoso, que podemos no ganarles y aún así ganarles, echarlos fuera, sobreponernos al campeón, mantenernos de pie como pedestal de mármol incrustado en la arena en medio del mar, frente a esa ola descomunal arrasadora que algunos ya llaman "el equipo más perfecto de la historia", y voltearnos para verlos irse como meras anécdotas del futbol, como el Brasil del 82 o la Holanda del 90, y segundos después nos desinflamamos los hematomas, nos sacudimos la arena y esperamos por la siguiente ola. Estoy emocionado ¿Puedo llorar?... Dale mano, dale... No me sale, !Puta! ¿Y si en lugar de un pedestal de mármol somos el monolito de 2001: A space odyssey, con todo y ese chirrido perturbador cuando se aparece, y que los cielos estén naranjas pero chisgorroteados con púrpuras?... Ahora yo estoy llorando... Y yo he empezado a creer, estoy ilusionado, soy los ojos de Maldini el día de su debut !Que se venga ya el Barca maldición!





Y entonces se vino el Barca, y a mí lo que me invadía en esos segundos previos era la incertidumbre, la incertidumbre sobre qué Milan iba a pararse en San Siro, si ese que va despenicando rivales finde a finde en la Serie A con un Ibra tres o cuatro eslabones por encima del resto de futbolistas, o si en cambio sobre el, en esa noche, terrible engramillado iba a presentarse ese Milan que en lo que va de la temporada no ha podido ganarle a ningún equipo grande. Si íbamos a ver al Milan de la ida frente al Arsenal o al de la vuelta frente al Arsenal. Y entonces me vino una revelación luego de esos primeros diez minutos, que ambos milanes son el mismo, que no solo es el mismo Milan el que moronguea a Palermo, Cagliari o Novara que el que ni a putas puede ganarle a Napoli, Juventus y ni siquiera al esqueleto andante que hoy es el Inter, sino que probablemente son los mismos factores que hacen que gane con unos y pierda o empate con los otros... para usar términos de Cruyff, "cada desventaja tiene su ventaja". Estoy confundido aunque creo conocer a "mi Milan", del partido sé casi nada, tan solo puedo asegurar que la pelota va a ser del Barca, después estoy confundido entre espacios liminales... soy la trayectoria ambigua de Emanuelson en el Milan.




Pero tengo visión, mi cerebro está saturado de una hirviente, burbujeante y bien espesa visión, "mosh sensorial" o "Sensomosh" como yo le llamo, a veces. Mi Sensomosh es tan denso que realmente tengo fuckin contacto con mierdas que todavía no existen, no "veo gente muerta" sino "veo gente viva", o "gente que no ha nacido" más bien, no sé sus nombres, ni si son mujer u hombre, solo los percibo cada vez que miro a una mujer con un vientre hinchado como pelota. A veces me gusta llevar paz con mi revelación, hablándoles pausado y suavecito mientras el terror de la incertidumbre hace que se vuelvan locas sufriendo espasmos, contracciones y sudando espantosamente. Entonces me les acerco, y acariciándoles la frente, me gusta decirles "shhhh shhhh shhhh, relájate, yo lo he entendido... hay una persona, pequeña y ligosa viviendo adentro de tí... ahora duerme". Pero no se duermen, en lugar de eso me mandan a la mierda o llaman a la policía.


"Le aseguro, usted puede confiar en mí... shhht, seño".


De alguna manera soy la versión inversa de Jennifer Love Hewitt en "Ghost Whisperer".... .... .... .... !P U T A! ¿Y si al final de esa serie estúpida la protagonista conoce a su némesis, así tipo "Unbreakable"?, Es decir, una chava que es todo lo opuesto a ella: en lugar de hablar con gente muerta, habla con embriones, en lugar de.... ya no sé qué más, no veo esa mierda, solo sé que el némesis sería una chava entretenida y sin tetas. Una mujer que habla con embriones es una idea de miles de millones. Soy genial, soy la visión de juego de Manuel Rui Costa.



"También, su némesis no mostraría absolutamente ningún exceso de emoción por cocinar mierdas elaboradas."


La onda es que me serví de mi Sensomosh para imaginarme lo que podía pasar, entonces supe que ese partido, y el de la ida, significarían una serie que más que dominarla habría que sobrevivirla, que más que pasársela llevando habría que sostenerla. Lo que ví fue a un Milan que a falta del tiempo de compensación, allá en Camp Nou seguía balanceándose con vida, con un pie afuera y un pie adentro. Ahora, lo anterior no significa que el Milan habría de pasar la serie colgándose de los postes, más bien significa que en la vuelta han de ser tan cerebrales, ordenados, y por ratos kamikazes como en esta ida, plantear el entramado defensivo más cerote del mundo y hacer de cada ataque en el área del Barca un ejercicio en paciencia, precisión y eficiencia.

Así es como mejor se sobrevive, lo sé porque ví The Hunger Games, en donde además de eso, aprendí que no es buena onda poner a niños y adolescentes a participar en brutales masacres televisadas en donde solo uno de veinticuatro es premiado con la oportunidad de continuar viviendo. Honestamente sería la idea más macabra, cruda y enferma para un reality show si no existiera ya Toddlers & Tiaras.


"!!! Aaaaaaggggh miiiii aaaaalmaaaaa!!!"


¿Y el cero cero está deahuevo?... mmm, pues no es malo, esencialmente nos mantiene allí, con las posibilidades intactas... ¿Pero habría podido ser mejor?... Y fácilmente también peor. A veces me gusta sufrir en pequeñas dosis, ilusionarme cuando Robinho tiene un mano a mano o cuando no le queda más que embocarla, me gusta imaginarme que no es el cerote menos eficiente para definir del mundo, como resultado he ido aprendiendo a no hacerlo, a dejar de soñar, honestamente hasta ha dejado de ser motivo de júbilo el que Robinho haga un gol, me friquea el trip, espero unos segundos a confirmar que la pelota ya se estancó al fondo de la red, después necesito escuchar el silbato y ver al arbitro señalar el mediocampo, veo la celebración manteniendo cierta incredulidad, después chequeo la esquina superior derecha de mi pantalla para observar si el gol ya fue contabilizado de manera digital, aplico mi procedimiento habitual para confirmar que no estoy teniendo uno de esos sueños hiperreales: reviso que en el refrigerador no haya una cabeza de velociraptor con un coctel de frutas en donde debería estar el cerebro, hablo en voz alta para escucharme y confirmar que no tengo la voz de Jeff Bridges, y por último corro la cortina de la regadera para cerciorarme de que Rihanna no se está bañando mientras me sonríe con dulzura (esa parte siempre es frustrante, siempre), finalmente y hasta que estoy seguro de que no es un maldito sueño, corro hacia el patio para asegurarme que no hay una herida en el cielo rojizo por donde penetran gigantes maquinarias monstruosas escupiendo aliens colonizadores. No es locura, es lo contrario, es basarse en estadísticas y ser racional, lo necesito para mantenerme cuerdo, me gusta estar así... soy la sorprendente firmeza de Bonera frente al Barca.



"La buena noticia es que Robinho definió bien, la mala es que esa era la señal, vienen por nosotros... ah y lo de Robinho no es cierto, se la hartó."



¿Y para la vuelta?... La gran puta, creés que todo lo sé, ¿Qué querés que te diga?... tal vez que me contagiés de ilusión... No puedo, no soy la fuckin euforia de Pippo Inzaghi cuando moja... Sos gris... Pues vos sos el estúpido bigote de Ibrahimovic, puta, van a ser noventa minutos de la misma historia, con el Barcelona privándonos abusivamente de acariciar la pelota, con Dani Alves encaramado permanentemente
como extremo en nuestra banda izquierda, con la práctica imposibilidad de que Xavi o Iniesta la caguen en una entrega, con cada acelerón de Messi provocándote ese bloqueo en la garganta... ¿Pero?... Pero también con la seguridad de Abbiati, la solvencia de Nesta, más por colocación que por ritmo, el aura de maestría casi zen de Seedorf que le permite resolver cualquier circunstancia, la maña de Van Bommel (o Ambrosini), con esas fabulosas mierdas contamos... Pensar en esos viejos lobos me devuelve el brillo, soy uno de los 320 zapatos Berluti de Prince Boateng.



"Pero no voy a decir cuál".


Lo que al Diavolo le hace falta es convertir un gol, hacerlo como sea, empatar qué pisados, después poco va a importar que estéticamente ellos hayan sido superiores, que con
Ambro, Seedorf, Nesta, o Abbiati todavía vigentes no se puede hablar de cambio generacional, que en lo que va no hemos podido sobreponernos a un grande o que existe ibradependencia, fuck todo eso... lo cierto es que si el Milan lo deja al Barca se habrá atravezado perpendicularmente en la historia futbolística provocando una especie de agujero negro que alterará el devenir imaginado y hasta soñado por la mayoría (otro Barca-Real, pero en una final de Champions).



Yo estaría hasta la mierda de contento, seguramente en Pana, revolotearía como demente, celebraría sin pudor o decencia alguna, no conocería descanso, me desbordaría en insanas indulgencias faraónicas de placer completamente absurdo e incoherente. Deambularía exhausto pero con hambre de seguir devorando límites morales, me involucraría en continuas festividades psicóticas, en actos cuyos nombres solo han sido pronunciados por oscuras órdenes elitistas anacrónicas rusas buscadoras de placeres esotéricos y por un contorsionista licántropo de Hong Kong mientras se ahogaba en Kumis, actos que debieran ser auditados para mantener el equilibrio del universo.

Ese día voy a ser el pene de Berlusconi.




Por: Danymandias.






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