sábado, 7 de mayo de 2011

SOLO UN PURO PUTO PUNTO


Siete años han pasado desde que el AC Milan, el rossonero, il Diavolo no levanta un trofeo de Serie A !Fuck! pensar que la última vez en que el Milan se quedó con el scudetto fue en tiempos en los que aún jugaba Cafú, el "Magic" Rui Costa y Alessandro "Soy-un-maldito-suertudo-que-a-pesar-de-no-ser-el-más-lindo-ni-el-jugador-más-brillante-sino-más-bien-un-defensor-bastante-modesto-eso-sí-muy-correcto-y-aplicado-despierto-cada-mañana-junto-a-Martina-Colombari-já-muéranse-de-la-envidia-jugadores-hábiles-y-bonitos" Costacurta, pensar que en aquellos tiempos todavía facebook era una red universitaria, yo nunca había leído a Laura Restrepo y estaba bien visto fantasear con Britney Spears.

Estamos tan cerca de ser un blog de noticias rosa, de aquí a una sección de "In" y "Out" con fotos de varios estilos de Zac Efron hay solo un paso.


Claro que al año siguiente los rossoneros vivimos aquella noche fatal ante el Liverpool de Steven "Cañón en ambas piernas" Gerrard, la que llamaré del "Terror en Estambul" para que suene a novela detectivesca juvenil de esas del Barco de Vapor que a mí me compraban de guiro, esa noche en la que el Milan hizo uno de sus primeros tiempos más brillantes seguido por uno de sus segundos tiempos más desastrosos, de un 3-0 a un 3-3 para dar paso a una prórroga en la que Dudek (sí ese mismo que en el Madrid juega tanto como mis primos más pequeños cuando llegaban a intentar jugar Nintendo pero para su desgracia yo iba por el castillo de Koopa y ni loco iba a perder vidas con gente que no solo se dejaba caer en el primer fuckin precipicio, sino además tenía esa fea costumbre de activar mis preciados items) le atajó dos tiros a quemarropa a Shevchenko (mencionar su nombre me hace suspirar con una melancolía tal que solo puede expresarse a través del video que encontrarán a continuación) y luego vinieron los trágicos penales y la Champions se esfumó de manos rossoneras.




Pero solo tuvimos que esperar una temporada más, en la que el Milan cayó en semis luchando ante el Barcelona de Rijkaard, el de Dinho y Etoo, y a la siguiente nos volvimos a ver en la final, de nuevo frente al Liverpool, il Diavolo se cobró la vendetta en una Champions
que vio al mejor Kaká, uno que hizo estragos en semis ante el Manchester y que meses después también se encargaba de arrebatarle al Boca Juniors el Mundial de Clubes. Ahh soy un nostálgico sin remedio, si es cierto que somos criaturas puramente regidas por cualidades químicas, nada más que fluidos y partículas combinadas en distintos patrones que dirigen nuestra personalidad, entonces talvés si tuviera menos testosterona hasta podría ser poeta ... y si tuviera aún menos testosterona, unas 70 lbs menos, muchas más horas en el gimnasio y más cabello habría hecho una exitosa carrera en el modelaje, me habría mudado a la Argentina y habríamos formado una preciosa pareja con Rocío Guirao ...




De vuelta al fútbol, como le pedían a aquel conejo del Deportito que solía mezclar el deporte con política y que supongo que era el primo del de Playboy solo que con una carrera y en sí con una vida bastante menos espectacular, solo un punto separa a este Milan del ansiado scudetto por lo que si esta tarde la Roma de Totti no sale inspirada y con espíritu malataza, y los rossoneri no salen en una de esas desesperantes jornadas en que andan con un ritmo menos vi
brante que el de una balada de Radiohead, suponemos que Don Silvio Berlusconi da luz verde al fiestón y para la mitad de Milano hay un más que respetable chonguengue.

De paso el scudetto va a ser una justísima despedida para más de un veteranazo del Milan, me entristece pero entiendo que es muy probable que de entre Pirlo, Seedorf, Ambrosini, Gattuso y el recién llegado, pero fundamental en el segundo tramo de la temporada, Van B
ommel veamos partir fragmentos de historia milanista, pero es algo que se hace necesario para volver a pelear por la Champions. En fin todo esto me hace pensar en adioses épicos, como Terminator hundiéndose en lava, Cantinflas despidiéndose de Chavita con todo y la pelota que le compró y que ya no se atrevió a darle porque justo antes su mamá, reaparecida y reconvertida en una verdadera perra sangrona, le había comprado una más caquera, o como cuando "Pichulita" Cuéllar, el protagonista de "Cachorros" de Vargas Llosa, le dice adiós a su pene (y al sexo sin compasión) luego de que lo mordiera un can.


Esa escena me mostró que no existe dios, solo un universo vacío y repleto de desolación.


Por : Danymandias.

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