domingo, 26 de junio de 2011

ESOS MALDITOS VIRTUOSOS


Te despertás bien temprano, te bañás, te cambiás, todo lo hacés rápido, mecánicamente, sin pasión alguna, elegís tu ropa, tomás tu ropa más bien porque el elegir no está a tu alcance, tu uniforme está diseñado para precisamente ocultar cualquier rasgo de in
dividualidad que todavía conservés, talvés un peinado medio punk o una pulsera típica te hagan sentir individuo, de todas formas las opciones que te quedan en cuanto a expresar un estilo propio son tan limitadas como las letras de una canción de Black Eyed Peas. Tomás la burra, socada, el calor de la apretazón, la cercanía de los cuerpos diversos provocan que la Hugo Boss se te integre con esos dos riitos de sudor que van a terminar justo en el cuello. De todas formas ése, el de la burra, fue quizás el momento más heterogéneo del día pues lo que sigue es decididamente "en serie", industrial, el hombre uniformado toma su lugar en un cubículo igual al resto frente a una computadora igual al resto a realizar un trabajo igual al del resto de la oficina, el escenario comienza a parecerte el de una película o novela de terror, claro sin la voz de Vincent Price, sin espantosos fenómenos naturales de la selva como en un cuento de Horacio Quiroga, sin seres cósmicos lovecraftianos, sin un asesino enmascarado, o sin Amy Winehouse ... pero con algo mucho más horrendo : la monotonía y el descubrir que de cierta forma uno es prescindible, desechable, un robot con forro de piel pero no tan guapo como Schwarzenegger.


Pero entonces mientras disfrutás de tus quince minutos de almuerzo en algún rincón del comedor de la empresa, degustando algo gourmet como una pierna de pollo dorado, arroz, ensalada de lechuga, horchata B&B y un exquisito y suculento postre de papaya cocida (imagino que la primera vez, en tiempos prehistóricos supongo, que a alguien se le ocurrió servir de postre fruta cocida fue la primera vez que el hombre lamentó haber descubierto cómo hacer fuego), recordás que no sos un robot sino algo más trágico : un ser humano intentando ser robot. Lo anterior lo descubrís porque sentís envidia mientras ves al director de estrategias (o un cargo coqueto de esos) sentarse un par de mesas enfrente, un par de años más joven que vos, jeans y playera, tenis bien limpios y chingones, pelito como de Bryan Adams en los noventa. Pero no es el look sino más la actitud, esa de "soy cabrón y si no les gusta !Fuck you people!" a diferencia de la actitud de "Me considero muy apto para el puesto por mi capacidad de trabajo en equipo y de adaptarme a diversas situaciones, deseo colaborar con su prestigiosa empresa, si usted me da la oportunidad le aseguro que además de responsabilidad voy a demostrar mucho compromiso pues ....." y todas esas mamadas que son el mantra de la inmensa fuerza laboral proletaria a la que pertenecés y de la cual por ratos te sentís asqueado.


Mientras esperás el transmetro de regreso y te refaccionás unas "Emperador" mirás al de cabellera de Bryan Adams pasar en su Seat Leon deportivo del año, raqueta de tenis en el sillón de atrás y oyendo un como reggae medio folk que sonaba argentino, como si el cerote no viviera en esta ciudad hinchada, como si fuera ajeno al fuckin estrés y las penas, como si llevara una isla caribeña en fiesta adentro, como si fuera un alien cagándose de la risa de los terrícolas o la reencarnación moderna de Buddha. No es ni mierda de eso, solo un virtuoso, un hijueputa genial que se las arregla para que la empresa domine su mercado, media docena de ideas creativas y funcionales en materia de lo que sea que haga le bastan para un chingo de cenas, bonos y abrazos de los "meros meros" a fin de año, el resto del tiempo no importa lo que haga ... vos en cambio no la podés cagar jamás, tenés que cumplir tus metas año con año, mes con mes, día con día solo así sacás tu bono mensual que en realidad es de fijo y solo puede ser de fijo porque de lo contrtario no podrías darte esos "exuberantes lujos" que te mandás como de comprarte unas tus galletas "Emperador" cuando se te da la gana.



El fútbol se parece a la vida, es una imitación de la vida ... yo sé que esa mierda la decimos a cada rato pero es la esencia de nuestro blog así que como el fúbol se parece a la vida, también a huevos a los sistemas político-sociales, se me ocurre pensar que aquella Grecia de la Euro del 2004 donde lo único que importaba era la maquinaria del equipo y no había lugar ni talento como para individualidades sino solo trabajo extenuante para los once helénicos y prácticamente las diferencias técnicas y las virtudes futbolísticas entre el delantero Charisteas y alguno de los centrales como Dellas eran casi nulas es el episodio más cercano entre la práctica del fúbol y el fascismo. Por lo demás cualquier equipo en un partido de fut más o menos resulta pareciéndose a episodios como el que expuse arriba, propios de la cotidianidad dentro de un sistema capitalista que produce y a la vez es producido por esa variedad de aptitudes de individuo en individuo que son valoradas de distinta manera pero también claro, de la falta de espacios de desarrollo para ciertos grupos, es decir que un equipo se termina componiendo de "obreros" y "virtuosos". Por supuesto que ser futbolista, o deportista en general, más en países en donde consumimos televisión al estilo Al Bundy, ya de por sí significa ubicarte en un estatus de superstar y casi que de divinidad pero nos vamos a enfocar del mundito interno de un equipín de fut porque honestamente ya me estoy comenzando a enredar con mis voces internas. Como dijo Gattuso "Mi padre estuvo trabajando 40 años ganando 500 euros al mes. ¿Cómo creen que me siento cuando me dicen que yo trabajo mucho en el medio del campo?".



Supongo que la mayoría de futbolistas "obreros" profesionales no sintieron esa vocación desde el principio, honestamente no recuerdo a alguien que de guiro cuando chamusquiábamos poniéndonos nombres de "los de Brasil" haya por decisión propia elegido ser Aldaír o Mauro Silva, todos nos echábamos pija por "ser" Romário, Bebeto, Leonardo o Ronaldo y cuando se "acababan" los "deahuevo" entonces te tocaba uno de esos otros, por eso o porque simplemente eras un idiota y le caías mal a todos. Nadie escogía "ser" de los obreros como nadie escogía ser Snarf cuando jugabas a los Thundercats, Bumblebee cuando jugabas a los Transformers (cuando era un Escarabajo y no esa moronga de carro que es en esas no-tan-moronga películas del absolutamente-nada-moronga director Michael Bay), o como nadie (que ocultamente no estuviera deseando estar jugando mejor a "Salón de Belleza" o a "formemos una boyband como los Backstreet Boys") escogía al Caballero del Zodíaco de armadura rosada que junto con Robin haría un sensacional team-up ... dentro de una porno gay de ciencia ficción con matices fetichistas por supuesto. No, los obreros futbolísticos se van haciendo, hallando su función con el paso del tiempo conforme van dándose cuenta de que se necesita mara que llene los espacios para hacer de un equipo algo efectivo, ordenado y sistemático, y no la versión futbolística del "Taller" de Andy Warhol. Así surgen los "Puyoles" o los "Makeleles" y terminan siendo los pilares de equipos soberbios.


!Cuánta miseria!


De todas formas no deja de ser un poco frustrante participar dentro de un equipo de fúbol como obrero, casi pude sentirlo viendo la final de la Libertadores, Edú Dracena y Durval que son los defensas centrales se sacan todo lo que el Peñarol les hace llover por arriba y con centros rasos, Adriano es un incanzable guerrero del mediocampo al estilo César Sampaio y Gilberto Silva, lo persigue a Martinuccio, el 10 argentino de los uruguayos, acosándolo como vendedora de pantalones del Guarda, de esos chafas que tienen a Enrique Iglesias o a Thalía en la etiqueta, en plena época navideña. Ninguno de ellos puede fallar, un error, una pelota mal "fildeada" de parte de los centrales implica dejar mano a mano al delantero rival, una llegada a destiempo del contención afuerita del área te deja expuesto, a solo un disparo bien ejecutado de terminar perdiendo el partido. En cambio ¿Saben quién sí que puede fallar? Neymar, o Ganso, los supercracks del equipo, esos cuyos nombres más se aparecen en las espaldas de los hinchas por elección unánime, esos que se cotizan en más de 35 millones cada uno y que de todas formas seguro terminan en un par de años en el Madrid uno, en el Milan el otro ... porque la genialidad y el virtuosismo se paga mejor que el trabajo arduo. Y tiene sentido.



Así que básicamente si uno es central del Santos, o de cualquier equipo esencialmente, uno se la pasa atrás en estado de constante alerta, esperando con ansias por el momento en que los genios de adelante decidan dejar de jugar pura mierda y comiencen a hacer esa magia que resulta que pueden hacer y nos hagan ganar el partido. Mientras tanto uno se mantiene híperconcentrado a sabiendas que un mal timing al ir por el balón puede ser el equivalente futbolístico de confesarle a tu traida que esa primera vez que le propusiste una salida en grupo la intención era que llevara a su prima, la guapa, la morenaza de pelo negro y no esa otra que terminó llevando pero de allí te gustó ella porque "he aprendido a valorar el interior de las personas" ... y que luego le preguntás cómo está su prima porque ya no la volviste a ver, la morenaza claro no la otra ... y que no te encanta su último corte de pelo ... y que te llama tu ex-novia ... y que tienen sexo telefónico ... y que tu ex-novia tiene novio ... y que te llaman los dos ... y que tienen sexo telefónico los tres ... y que te gusta comerte una bolsa entera de Cheetos mientras lo hacen por teléfono los tres .... desnudo entre Cheetos ... viendo porno ... porno gay ... porno gay de Robin y el Caballero del Zodíaco de armadura rosada ....



Personalmente me estoy volviendo fan de Neymar, quiero verlo hacer un poco de show en la Copa América, es como si sintiera que desde Ronaldinho falta un "magic" brasileiro combinando fútbol eficiente con trucos imposibles de trasladar al Playstation porque el arte no siempre se puede codificar como bits, porque Kaká se esfumó del escenario, Robinho no ha podido ser nunca la gran figura de ningún equipo en el que ha estado y Pato es más goleador a la europea que preciosista carioca. Además Neymar ya pudo guiar a su Santos ha ganar algo importante, eso pone a un jugador en otro peldaño, probablemente también Gio Dos Santos ahora que fue figura de su propia final vuelva a Europa más crecido a tomar un papel más importante. Digamos que Santos y México son los grandes campeones de lo que va del invierno ...

No como River que hoy se juega el no descender, River fuckin Plate a punto de descender señores en una triste y decadente espiral de malas decisiones con destino a la mierda .... Por supuesto que ni se le puede achacar todo a la dirigencia ni todo a los jugadores, más bien es una sucesión de eventos nefastos como la crisis económica del club que les deja ese mote de "Millonarios" más bien como uno de esos apodos ácidos y sarcásticos de barrio. Yo he visto algunos partidos de "los muchachos de la franja" esta temporada y ha sido un espectáculo bastante patético, salvo alguno que otro chispazo y toda la voluntad del nuevo arquitecto del fútbol de River Erik Lamela (cuyo apellido de haber nacido en mi barrio hubiera sido una peor herencia que un pezón en la frente) verlos jugar es un somnífero más efectivo que esas transmisiones de cenas de gala del Club Rotario que pasan después del himno en el Trece. Por allí oí a alguien decir que si construís o mentalizás a un equipo para campeonar o al menos para pelear cosas importantes si luego los resultados no llegan al punto de debacle es tremendamente difícil volver a mentalizar a la plantillas para que en lugar de todo eso terminen peleando el descenso, no es ni siquiera un premio de consolación ... es pura sobrevivencia y para eso necesitás otro tipo de jugadores.

Es como ensayar tocando a Pink Floyd y que en el bar la mara te pida Maná ... los fans de Maná están catalogados como la tribu urbana más salvaje y brava del mundo.



Por : Danymandias.


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